Como su propio nombre indica su origen lo encontramos en Turquía, muy cerca de uno de los lagos más conocidos de la zona: el lago Van. Por ello esta raza de gatos es una de las que más disfrutan del agua.
Su descubrimiento ocurre por casualidad. En la década de los 50 unos aficionados a los gatos buscaban los orígenes del Angora turco y por casualidad se encontraron con esta raza silvestre tan atractiva.
Tras este descubrimiento los investigadores decidieron atrapar una pareja de esta nueva especie y se inició su cría en Inglaterra, país hacia donde se exportaron los gatos.